Lilith es un punto en el cielo que ha tenido un gran resurgimiento en la Astrología moderna, gracias a su identificación con lo femenino, el feminismo, la sexualidad y lo esotérico. Es un símbolo con el que los astrólogos estamos apasionados, descubriendo todo el tiempo nuevas facetas y aristas. La que vengo a presentarles hoy es una mirada que me resuena desde lo sistémico y lo genealógico, incluso si se quiere, desde las constelaciones familiares.
Astronómicamente hablando Lilith representa un vacío, una no-luna; es el punto donde se supone que debería pasar la Luna y no pasa. Esto nos dice muchísimo sobre el mito hebreo que habla de esta primera mujer anterior a Eva, esposa de Adán, hecha de la misma arcilla que él e invitada a vivir en el Edén por Dios mismo. Cuando éste le ordena yacer bajo Adán (no sólo para supeditar su sexualidad sólo para la concepción, sino para indicarle también que debe estar jerárquicamente abajo, ella responde “por qué he de yacer debajo de ti? Yo también fui hecha con polvo y por tanto, soy tu igual.” Lilith fue expulsada del Edén por Dios y condenada a vagar por los desiertos con los demonios; también se convierte en la consorte de Satanás.
Desde ese momento, se construye en ella el modelo de todo lo que no debe ser una mujer en las tradiciones abrahámicas: rebelde, sensual, sexual, fálica, contestataria, buscadora de justicia e insolente. Hoy rescatamos desde la Astrología moderna a Lilith como aquella mujer que fue condenada con un castigo excesivamente severo por demandar equidad. Es por esto que en nuestra Carta Natal es sinónimo de vacío, enojo, búsqueda de justicia, rebeldía, y de la aceptación de nuestras sombras como parte del todo que somos.
La Luna en nuestra Carta Natal es, entre otras cosas, significador de familia, la madre y las mujeres de nuestro sistema. Desde la mirada que quiero proponerles, Lilith también representará dentro de nuestro árbol genealógico a aquellas ancestras, o ancestres de una sexualidad disidente, que no pudieron desarrollarse como personas como les hubiese gustado y cuyos destinos quedaron truncados por sentencias sociales excesivamente injustas.
Dependiendo de la casa que ocupe Lilith en nuestra Carta, nos hablará de algune antepasade con quien yo estoy vinculado sistémicamente, al cuál vengo a reivindicar en un área de la vida en particular por tener una vibración energética parecida. Debajo encontrarán Lilith en las Doce Casas:
En Casa I
Probablemente me ponga en posición provocadora y seductora respecto de los otros. A su vez, tengo una sensación de pérdida y vacío respecto de mi personalidad, de mis deseos y la manera en la que me individualizo.
En Casa II
Pide una revisión de nuestro sistema de valores, de nuestras relaciones con el dinero y nuestras posesiones. El cuerpo y el mundo material son instrumento de revancha y de placer ya que una sensación de pérdida y vulnerabilidad respecto de ellos necesita ser saciada.
En Casa III
La rebelde Lilith siente acá que su entorno la oprime en cuanto a lo que se dice o se deja de decir. Busco provocar y quitar el velo de la hipocresía. La comunicación se puede tornar un tanto peligrosa. Puede hablar de hermanos lilithianos.
En Casa IV
Esta Lilith nació para cuestionar tradiciones familiares y características de su madre. Busca la honestidad en los vínculos familiares y si no los encuentra podría devenir en oveja negra de la familia.
En Casa V
Pide una revisión de nuestras elecciones sentimentales, de nuestras relaciones con los niños y de la expresión de nuestros talentos. Puedo traer al mundo hijos lilithianos o bien dejar legados de esta índole.
En Casa VI
La sensación de pérdida viene en el mundo material, versus el mundo sentido e idealizado (la Casa XII). Lilith en este sentido va a buscar revolucionar y cuestionar nuestros hábitos, costumbres y trabajo en relación de dependencia. Otra manifestación sería la física a través de posibles enfermedades venusinas o lunares.
En Casa VII
Puedo atraer a mi vida vínculos de pareja y amistades con características lilithianas: rebeldes, seductores, independientes, esotéricos, inconformistas. Pero también como es una casa altamente proyectiva, podría tomar yo ese rol en los vínculos. Lo importante es que la sensación de pérdida no se apodere de mis relaciones, para esto tengo que abrazar la energía lilithiana.
En Casa VIII
Se rebela en cuanto a la concepción del sexo, muestra los traumas y las sombras sin ningun problema. Normaliza los tabúes y la muerte. Es altamente intuitiva y magnética.
En Casa IX
Siente un vacío en la filosofía de vida que ve a su alrededor (religión, convicciones políticas, códigos culturales). Se rebela ante ello provocando y poniéndolo a prueba, encuentra su libertad en culturas y formas de pensar distintas, e ilumina a su entorno desde esta sabiduría.
En Casa X
Puede traer profesiones lilithianas o que yo las ejerza de esa forma. Cuestiona la relación con todo tipo de autoridad y con el status quo. Busca destruir las bases del patriarcado jugando desde adentro del mismo.
En Casa XI
Sensación de pérdida respecto de los círculos sociales. Necesidad de militar el feminismo, la rebeldía y la autenticidad como grandes ideales que la sociedad necesita asimilar. Es una Lilith que se entrega a la causa y al colectivo.
En Casa XII
Cuestiones lilithianas rondan mi inconsciente a través de vidas pasadas donde tuve grandes pruebas de este tipo, o a través de las cuestiones familiares: secretos, abusos de poder, pérdidas. Busco sanarlo pero me cuesta encontrar la manera exacta. Debo ir a la casa opuesta para encontrar ahí la forma práctica de bajar esta energía a mi día a día y hacerla tangible.
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